Peso Muerto
El episodio se abre con un magnífico cold opening en
el que podemos ver a One-eyed-Brianejerciendo
de magnífico padrastro. Una vez más utilizan la metáfora del ajedrez para hablarnos del bien y
del mal y de ésa
lucha continua que es la vida. Además deja muy claro qué opina Brian del concepto
de “héroe”. Aunque muchos vean al Gobernador como el villano de la historia, yo lo
veo como el perfecto antihéroe. Es un personaje inteligente,
enajenado, cruel, desagradable, lamentable, ordinario. Y como antihéroe,
lidiará con el efecto que su atroz personaje tiene en aquellos a quienes conoce
a lo largo de la historia. En otras palabras, su antihéroe es un personaje que vive por la guía de su propia brújula moral,
esforzándose para definir y construir sus propios valores, opuestos a aquellos
reconocidos por el héroe tradicional (Rick). Además, su
personaje cambia a través del tiempo, ya sea tendiendo al castigo, al éxito no
heroico, o a la redención. Habría que decir que el Gobernador es así debido a
que su pasado fue doloroso y/o cruel y que sus tragedias dan origen a su
personalidad y una perspectiva distinta a la de los héroes o villanos. Puede decirse que el Gobernador vive en la zona gris, sin saber muy bien
hasta el último momento qué lado escoger. A un lado, el ya famoso tanque y sus
implicaciones macabras. Al contrario, una caravana familiar y el deseo (y la
esperanza) de una redención que
ya sabemos imposible.
Y es que Brian
nunca ha llevado bien eso de ser uno más del montón. Él,
el rey de las sombras. Incluso ahora, que tiene todo lo que quiere, una familia
nueva, un grupo que lo acepta, un techo con goteras, no puede reprimir mostrar
su cara más cruda. Martinez ha sido el primero en probar el hierro (nunca mejor dicho). Y es que, en parte, se lo merece. Quiero decir,
venga ya, ¿el psicópata de tu exjefe (al
que dejaste tirado) reaparece de la nada y tú lo acoges en tu seno como si nada? Te
creía más listo, Martinez. Lo interesante de este primer asesinato es ese “I
don’t want it” ya que con ésa muerte, el Gobernador ya no puede seguir siendo Brian. Su
oportunidad de redención se desvanece al dar ése golpe mortal. Y es que en
realidad, ¿puede un asesino volver a ser un hombre bueno? ¿Volver a ser la
persona que fue antes de derramar sangre?Volver, siempre volver.
El
nuevo campamento, por otra parte no nos ofrece mucho más que extras a montones
más zombificados que los propios muertos. Bueno, también nos ofrece a la marine lesbiana y es que como todo
el mundo sabe no existen lesbianas a las que no les guste ser soldados (un poco de por favor ahí,
basta ya de tanto topicazo), y a un par de hermanos tan dispares
como el agua y el aceite. Cómo no, el hermano bueno (no he podido evitar que me
recordase a Rick) acaba
muerto a manos de Brian, quien lo envía al fondo del lago para mirárselo de vez
en cuando y recordarse a sí mismo por qué toma las decisiones que toma. Y es
que, muy à la Carol, Brian no hace lo que esté bien o lo que esté mal, no. Brian hace lo que se
tiene que hacer. Por
otro lado, el hermano superviviente, Mitch, hace un trato con el diablo. Esto
también me ha chirriado bastante. Hola,
he matado a tu hermano, ¿quieres ser mi segundo de a bordo? Y irremediablemente me ha recordado a
Merle. Espero que en un par de episodios Mitch se rebele. Si no, está tan
perdido como One-eyed-Brian. Las
excursiones al bosque han servido para algunas cosas: descubrir el pasado de
los habitantes del campamento (Mitch es el “dueño” del
tanque), alertar al Gobernador de cómo puede acabar todo con su
nueva familia si la cosa se le va de las manos (la familia decapitada de la
cabaña) y encontrar
más grupúsculos de supervivientes en las cercanías. El ataque al pequeño
campamento de supervivientes,enciende una lucecita de alerta en la cabeza del Gobernador.
Y tras ésa alerta, su primera reacción es huir. Mete a la familia en el coche y pretende encontrar un nuevo hogar. El camino a la redención resulta estar enfangado de walkers.
Como si el destino pretendiera señalarle que ése no era el camino a elegir. Su
última oportunidad se pierde en la oscuridad, entre pútridos recuerdos de lo
que alguna vez fueron humanos. Brian, al igual que ésos cadáveres, nunca podrá volver a ser
completamente humano. Así
que, rendido ante la evidencia, vuelve a coger el bastón de mando. Y tras el
ataque a su niña (aquí yo me pregunto… ¿Tara es
tonta del todo? En vez de apartar al walker dándole una patada, prefiere
sentarse y cogerle de un pie que se le suelta.
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